La reina del arte, la princesa del paisaje, la gloria de las tradiciones históricas, la fiesta de la gastronomía perfecta. ¡Cómo no va a ser seductora! Florencia es la novia eterna, la que seduce en sus calles intrincadas y los puentes que cruzan el Arno, sus tienditas pintorescas, su sinuoso andar de pequeñas colinas y esa sensación mágica de tenerlo todo cerca. 

Te desaliento a que la abordes como un parque temático histórico. Déjate llevar por su vitalidad, buscá los rincones menos conocidos y nuevos proyectos.

Día 1

9:00 hs

No puede haber mejor puerta de entrada a la ciudad que Portrait Firenze. La familia Ferragamo, la misma heredera de la pasión por el arte y el diseño de don Salvatore, ha creado algunas piezas que se hilvanan como joyas. Con el mismo carácter de artesanato que ha cobijado el origen del nombre. Con la misma hidalguía que impone el hacer exquisitez con las propias manos, Portrait Firenze se convierte en un homenaje al lujo intemporal de la alta costura: una residencia privada a sólo poco pazos del río Arno y al Ponte Vecchio. Un símbolo de dignidad y de hidalguía que osa abrir sus ventanales con la confianza de poder competirle de igual a igual al puente medieval símbolo de la ciudad.

Desde su posición privilegiada, el hotel está a pocos minutos de la riqueza del arte, la historia de Florencia, así como de su moda y gastronomía. Situado en la parte más codiciada de la ciudad, ofrece una sensación de calma y tranquilidad que recuerda a una casa lujosa. Sin embargo, está a sólo unos pasos del Palazzo Vecchio y la Piazza della Signoria. Sus sofisticadas habitaciones y suites fueron diseñadas por el arquitecto florentino Michele Bönan, conocedor de un estilo muy personal que es armonioso y aún sorprendente, clásico y contemporáneo en su nostalgia de una era pasada perfecta.

Dejate seducir por sus suites con vista al Ponte Vecchio, por su bello Caffè dell’Oro, que se recuesta allí donde todos desean ver y ser vistos. Un desayuno románticamente italiano, con todo lo genuino que te imagines, para invitarte a mirar Florencia por primera vez. Date tiempo, disfrutá su lobby repleto de arte y buen diseño, dale un respiro a tu corazón y relájate frente a sus ventanas, y hacete de un brunch antes de salir a recorrer mundo.

11:00 hs.

Galería de los Uffizi es la más famosa de Florencia. Alberga fantásticas obras de Botticelli, incluido El nacimiento de Venus.  Hay obras de arte hermoso para descubrir, pero la arquitectura del edificio, diseñado por el artista italiano Giorgio Vasari, vale la pena el viaje. 

13.00 hs.

Hacé un lugar especial para disfrutar de la gastronomía. Ninguno mejor para cargar pilas antes de la tarde que te espera que Osteria Tripperia Il Magazzino. Florencia es famosa por sus platos con menudos, y este es uno de los mejores lugares de la ciudad para probarlos. Nada se descarta en la cocina de casa. Aquí es el sitio ideal para dar rienda suelta a probar lo que la nona te hubiera cocinado si hubiera podido. Un ambiente relajado de hostería, una multitud de aficionados, una gran mayoría de locales. Los excelentes vinos toscanos y la sencillez que cobra dimensión de otro planeta. Uno de los tantos proyectos originales que integran Vetrina Toscana, una idea para aglutinar a productores y oferta gastronómica local y darle visibilidad a su grandeza.

15.00 hs

A la sombra de la magnífica cúpula de Filippo Brunelleschi en el extremo oriental de la Piazza del Duomo, el Museo dell'Opera del Duomo es fácil de pasar por alto, pero no debería. Este modesto museo que exhibe arte creado para la catedral de Santa Maria del Fiore se sometió a una renovación completa hace varios años. Hoy, las hermosas (y rara vez abarrotadas) galerías exhiben una notable colección de obras maestras medievales y renacentistas (entrada desde 15 euros, o aproximadamente $16). Admire las puertas doradas del Baptisterio de Lorenzo Ghiberti, la inquietante "Magdalena penitente" de Donatello tallada en madera y una reproducción a escala real de la fachada original e inacabada de la catedral. Lo más cautivador es la luminosa "Piedad de los Bandini", una de las últimas esculturas de Miguel Ángel, cuyo mármol blanco brilla de nuevo después de una restauración de dos años que se completó en 2021.18 h Beber licores italianos

Pasee por las estrechas calles del centro histórico hasta llegar a la Piazza di San Pancrazio, donde acaba de empezar el aperitivo en Manifattura. En este elegante bar de cócteles, las estanterías están repletas exclusivamente de licores italianos y los joviales camareros con impecables chaquetas blancas se apresuran a ofrecer consejos sobre el menú de brebajes innovadores, todos inspirados en eminencias italianas. Uno de los más apropiados para probar es el Conte Camillo (12 €), una versión del clásico Negroni que lleva el nombre del conde florentino que supuestamente inventó la bebida, que aquí cambia el Campari por bitters italianos menos conocidos (Bitter Fusetti y Operarossa) y se sirve con galletas taralli y aceitunas.

20:30 h 

Four Seasons guarda uno de los jardines más increíbles de la ciudad. Al fresco es su espacio vecino a la piscina y con vistas al jardín que propone una comida sencilla, como en casi toda Florencia, pero con la exquisita sofisticación típica de la cadena. No sólo amerita la gastronomía, sino el paseo posterior y, por qué no, un ristretto antes de partir en el Atrium Bar.

23:00 hs 

En Manifattura Tabacchi, un innovador centro cultural ha florecido en las ruinas de una antigua fábrica de tabaco de estilo racionalista construida en la década de 1930. Después de años de abandono, el extenso complejo industrial al noroeste del centro de la ciudad es ahora un destino privilegiado para festivales de música, exposiciones de arte, películas al aire libre, conciertos nocturnos y fiestas de baile. ¿No hay eventos en el calendario que te llamen la atención? Tu alternativa es Vineria Sonora, una enoteca funky que abrió hace unos años en Sant'Ambrogio, especializada no solo en vinos italianos naturales y biodinámicos (todavía una rareza en Florencia), sino también en vinilos, con DJ que pinchan sets eclécticos en un viejo tocadiscos.

Día 2:

8:30 am 

El David de Miguel Ángel se lleva toda la atención (y la multitud que lo acompaña), pero si llegas temprano al Museo Nazionale del Bargello en el centro histórico, es probable que tengas una audiencia privada con otro David fascinante. La famosa estatua de bronce del héroe bíblico de Donatello supervisa un gran salón lleno de esculturas de la era renacentista en el segundo piso del museo, ubicado en una fortaleza monumental del siglo XIII con un hermoso patio de piedra y logias arqueadas adornadas con obras de arte (entrada, 14 € con reservas anticipadas ). No te pierdas los paneles de bajorrelieves de bronce uno al lado del otro de Brunelleschi y Ghiberti, creados en un concurso para determinar quién diseñaría un conjunto de puertas para el baptisterio (ganó Ghiberti), así como un segundo David, este en mármol, también de Donatello.

10:30 hs

Ahora al que estabas esperando. Aunque en la Galleria dell'Accademia hay más obras de arte históricas que en la mayoría de ciudades, este museo está pensado específicamente para exhibir al David. Aunque no seas una persona muy artística, querrás contemplar al hombre que Miguel Ángel, con 26 años, talló en un único bloque de mármol hace más de 500 años y detalló hasta las venas de su brazo. Es una de las visitas obligadas.

12.30 hs 

Florencia es conocida desde hace mucho tiempo por su artesanía tradicional y sus artículos de lujo, desde sedas y plata hasta cuero y perfumes. Pero para ver lo que producen los gremios de la era moderna, visite Florence Factory, una atractiva tienda dedicada a los artesanos y diseñadores florentinos contemporáneos. Ubicada en el extremo este de Via dei Neri, este es el lugar para encontrar joyas artesanales, carteras tejidas y sandalias de cuero hechas a mano, ropa única hecha en Toscana con telas teñidas a mano y estampados coloridos con diseños gráficos de sus lugares de interés locales favoritos.

14:00 hs. 

Te espera Tecúm. En el corazón mismo de un barrio local, esta experiencia es el punto de encuentro en Florencia donde redescubrir y disfrutar de la sencillez de los valores gastronómicos y enológicos. Todo está hecho allí, frente a tus ojos, todo con productores locales pequeños elegidos uno a uno. Dejate llevar por las recomendaciones de este sitio familiar con concepto y alto vuelo imaginativo. Y, antes de irte, elegí alguno de sus quesos o productos de salumería, no te vas a arrepentir.

16:00 hs.

A veces, puede que necesites un descanso de todo el esplendor de la época renacentista. Ese es el momento de visitar la Fondazione Palazzo Strozzi, en el centro histórico. Es un museo en otro palacio renacentista de una belleza absurda, pero el arte contemporáneo que alberga en su interior te transportará a los tiempos modernos. Entre las exposiciones anteriores se han incluido importantes retrospectivas de estrellas del arte internacional, como Olafur Eliasson y Marina Abramović. 

Un tentempié ayuda a seguir. Aunque Florencia no es famosa por su pizza, merecería serlo por Pizzeria Giovanni Santarpia, un animado restaurante inaugurado por el pizzero del mismo nombre en 2020. Sirve pizzas al estilo napolitano al horno de leña elaboradas con ingredientes de la más alta calidad. Comienza con las montanarinas, suaves almohadas de masa frita cubiertas con salsa de tomate y ricotta salata (7 €). Luego elige una pizza, tal vez la Margherita Gialla con tomates amarillos Piennolo, queso provola ahumado, ricotta de leche de oveja salada y albahaca (11 €) o la carbonara picante con fior di latte, guanciale crujiente, crema de huevo y fonduta de pecorino (14 €).

22:00 hs. 

Después de cenar, regresa al centro histórico, donde ya no habrá tanta gente, para disfrutar de una passeggiata nocturna. Comienza en La Gelatiera, una heladería artesanal que sirve sabores hechos a mano con ingredientes totalmente naturales: almendras de Noto, limones de Sorrento, avellanas del Piamonte y fresas de Candonga. Una taza pequeña con dos sabores para saborear mientras caminas un par de manzanas hasta el Duomo. Admira la fachada de mármol neogótica, que ahora brilla en la noche, y luego continúa hasta la Piazza della Signoria para deslumbrarte con la imponente torre del espectacular Palazzo Vecchio, iluminado por los focos. En este museo, puedes ver la máscara mortuoria de Dante e incluso embarcarte en un recorrido que te llevará a través de los pasadizos secretos construidos en el palacio. Asegúrate de subir a la torre durante tu visita. De camino a la cima, podrás ver las celdas de la prisión donde estuvo encerrado el famoso Savonarola antes de ser ejecutado en la plaza frente al edificio.

Día 3

10:00 hs. 

Un desayuno italiano típico es rápido (un café y un cornetto en el bar más cercano), pero los domingos piden algo especial. Pasee hasta Pasticceria Buonamici, una pastelería artesanal y cafetería familiar en el barrio de San Frediano, para unirse a los lugareños que se demoran con un capuchino espumoso y una sfoglia rellena de crema, un brioche relleno de chocolate o un budino di riso tradicional (tarta de arroz con leche). Después, camine hasta el mercado cercano en Piazza Santo Spirito para explorar los puestos que venden gafas de sol italianas antiguas, papelería de estilo florentino jaspeado, productos agrícolas frescos, pecorino toscano y taralli frescos en una variedad de sabores salados.

12:00 hs.

Florencia está rodeada de colinas, por lo que no es necesario sumarse a las masas que suben las escaleras hasta Piazzale Michelangelo para tomar otra foto de ese panorama en particular. Para una perspectiva diferente, comience en Piazza Torquato Tasso, justo al oeste de Piazza Santo Spirito. Desde allí, es una caminata fácil de 20 minutos por Via Villani y Via di Bellosguardo hasta un hermoso mirador natural donde la exuberante vegetación enmarca una vista de los tejados de terracota, los campanarios y las ornamentadas catedrales. Aquellos con energía para quemar pueden continuar por las estrechas callejuelas que serpentean a través de las serenas colinas para llegar aproximadamente una hora después a San Miniato al Monte, una sorprendente basílica románica con vistas a la capital toscana desde la cima de la colina desde otro ángulo.

14:00 hs.

Impagable refugio seductor, de lo más lujoso de la ciudad, es el bello Savoy Rocco Forte. Situado en la magnífica Piazza della Repubblica de Florencia, a muy poca distancia de la majestuosidad del Duomo, el Hotel Savoy es una parte integral de la tradición florentina de grandes palacios y una invitación a descubrir el corazón de la ciudad. Lo tiene todo: un delicioso aperitivo en la lujosa terraza al aire libre de Irene Bistrò, rodeado de las animadas decoraciones de Emilio Pucci y el bullicio de las calles de la ciudad. Descubra la refinada cocina italiana con el menú compuesto por expertos por el chef Fulvio Pierangelini utilizando algunos de los mejores ingredientes de la región. Y cuando caiga la noche, sumérjase en el esplendor de su habitación diseñada por Olga Polizzi. Date tiempo para un almuerzo en el sitio perfecto. Irene es un tributo a la cocina italiana y los ingredientes regionales, el restaurante Irene lleva los platos auténticos del chef Fulvio Pierangelini al corazón de la Toscana, a pocos pasos de la majestuosidad renacentista de la famosa Catedral de Florencia. 

16:30 hs.

Como el Duomo se lleva toda la popularidad, la segunda cúpula más grande de Florencia suele pasar desapercibida. La Capilla de los Medici desde el suelo hasta el techo está inundada de mármol y joyas relucientes que parecen sacadas de una película. Si podés apartar la mirada de los magníficos frescos, dirigite a la capilla más pequeña para ver algunas de las estatuas más hermosas talladas por nada menos que Miguel Ángel. 

A unos 20 minutos a pie, dale una oportunidad a la Basílica de Santa Croce, un templo gótico italiano levantado en la ciudad de Florencia. Se empezó a construir el 3 de mayo de 1294. Te esperan allí las tumbas de Miguel Ángel y de Galileo, además de las capillas pintadas por Giotto.

19:30 hs. 

Para despedirte de la ciudad te espera un sitio increíble, con sorpresa incluida, en La Leggenda dei Frati. Nació originalmente en la abadía de Isola en Siena y toma su nombre de la leyenda ligada a este lugar: una noche de julio, tres frailes recogieron los mejores brotes de su jardín y comieron y bebieron tanto que comenzaron a cantando y bailando sin escalas. Aún hoy, en el antiguo convento, el 11 de julio se pueden escuchar los ecos de los frailes ebrios de los frutos de su tierra. Abbadia Isola fue para los chefs Filippo Saporito y Ombretta Giovannini. un centro de investigación y experimentación sobre la gastronomía toscana, hoy La Leggenda dei Frati está ubicada en el jardín de Villa Bardini en los antiguos establos de la casa del coleccionista de arte Stefano Bardini, un museo vinculado al restaurante de cuya terraza abrazos la ciudad de una sola mirada. Sólo sentate y disfrutá de la vista, mientras la degustación llega.