Además de práctica y bonita, tu casa debería ser cada vez más ecológica. Te contamos cómo equiparla por fuera para hacerla más saludable, y decorarla por dentro para que sea más sostenible.
El deterioro creciente de nuestro planeta, como consecuencia del exceso de contaminación, el cambio climático o la escasez de recursos naturales, hace que cada día nos preocupemos más por el medio ambiente. Y no solo a nivel global, sino en el día a día. De pronto descubrimos que reciclamos más, consumimos mejor, e incluso, nos sorprendemos estudiando la etiqueta de un mueble antes de adquirirlo (y no solo para ver el precio). Nos interesa saber su material, dónde se ha fabricado y cuál ha sido su proceso hasta llegar a nuestras manos. Y es que la arquitectura y la decoración sostenible ha dejado de ser una moda o una pose para convertirse en una necesidad. ¿Te sumas a ella?. Presta atención , entonces a los puntos que te detallamos.
EXTERIORES SOSTENIBLES
Antes de actuar en el interior, deberíamos prestar atención a la arquitectura sostenible, es decir, a cómo es el exterior de nuestra vivienda. Una fachada es respetuosa con el medio ambiente si:
• Aprovecha de forma óptima los recursos naturales de su entorno. Es importante conocer el emplazamiento de la vivienda (si está ubicada en un lugar frío o caluroso) y su orientación.
• Usa materiales ecológicos y técnicas de construcción sostenibles. La madera certificada y de producción local, el ladrillo elaborado sin cocción y trabajado con cemento ecológico, el hormigón elaborado con materiales reciclados, el adobe o la termoarcilla son algunos de los materiales eco más utilizados. Algunas viviendas sustituyen el cemento por cal hidraúlica, y el acero por fibras de polipropileno, mucho más ecológicas.
• Emplea energía eficiente. Algo que se consigue con el uso de energías renovables (placas solares, aerogeneradores, molinos de agua...) y también sistemas de ventilación naturales, aislamiento térmico y acústico, con lana de roca, paneles de cáñamo, celulosa o fibra de madera. Todo para lograr viviendas autosuficientes.
Si el inmueble de nueva construcción cumple estos requisitos básicos conseguirás un ahorro energético entre el 70% y el 90% en comparación con uno convencional.
Una vez solucionado el exterior de la vivienda, vamos a ver cómo puedes mejorar sus condiciones de habitabilidad mediante una decoración sostenible.
DISEÑO INTERIOR
Muebles de madera certificada
Si eliges muebles de este material natural para tu casa, procura que sea madera reciclada de antiguas edificaciones, recuperadas del sotobosque o proveniente de talas controladas. En este caso tendrá la certificación. Este tipo de muebles puedes encontrarlos, por ejemplo, en firmas como DRIFT. ¿Otros materiales sostenibles además de la madera? Apunta: el linóleo — perfecto para suelos—, el corcho —ideal como aislante en revestimientos— y todo tipo de fibras (bambú, mimbre, ratán, coco, esparto, jacinto de agua, etc.).
Pintura no tóxica
¿Sabes que es VOC? Son esos compuestos orgánicos volátiles presentes en las pinturas industriales que una vez que se secan liberan al aire sustancias químicas dañinas. Si vas a pintar, ya sea una pared, un mueble o un objeto decorativo, elige pinturas ecológicas. Puedes elegir entre un sinfín de acabados y colores. Investiga marcas que reúnan este requisito, por ejemplo, Sherwin Williams.
Vidrio reciclado
¿Vas a comprar próximamente una cristalería, un jarrón o una campana de cristal? Asegúrate que sea de vidrio reciclado ya que para su producción se habrá utilizado un 26% menos de energía y un 40% menos de agua. Te sorprendería cuántos de los envases de vidrio de productos que consumimos hoy día, son de vidrio reciclado…aunque debemos trabajar aún más en crear conciencia en esto.Con vidrio 100% reciclado, también se realizan mesadas de cocina y baño, bachas, etc.
Piedras naturales muy responsables
Si vas a cambiar revestimientos o la mesada de la cocina, vas a encontrar distintas ofertas de materiales eco-sostenibles. Te recomendamos que tengas en cuenta las piedras sinterizadas de la firma Neolith, que está alineada a todos los requerimientos de construcción verde: utiliza hasta un 50 por ciento de materias primas recicladas y es en sí ciento por ciento reciclable. De ahí que a partir de su uso las construcciones pueden sumar puntos LEED (Leadership in Energy & Environmental Design), el sistema líder en certificación de edificios sostenibles.
Iluminación inteligente
Ya sabes que la luz solar estimula el sistema immunológico y mejora la calidad del sueño. Firmas como Velux —sí, la de las ventanas de techo— insisten en la importancia que tiene aprovechar al máximo la luz natural. Pero ¿qué pasa con la luz artificial? En tu casa sostenible debe primar una iluminación de bajo consumo.
Que se encienda la luz
Cambiar todas las luces por bombillas led es una de las maneras más sencillas de ahorrar electricidad. Una luz de led de 14 W equivale a una de bajo consumo de 20 W y a una incandescente de 100 W. La lámpara led tiene una duración aproximada de 70.000 horas. Y aunque su precio es elevado, no contienen tóxicos que sí tienen las de bajo consumo.
Y siguiendo “la corriente”, te aconsejamos sustituyas los interruptores por modelos sostenibles muy en sintonía con el eco diseño, es decir, aquel que se preocupa por el empleo de materiales reciclables, un proceso ecológico, el tratamiento de residuos con el menor impacto posible y el aumento de su vida útil, como la nueva gama de interruptores Sky, de Niessen. Por otro lado, la firma Philips Signify ha alcanzado la neutralidad de carbono en todas sus operaciones en el mundo y el uso de electricidad 100% renovable.
Prueba la energía solar
En casa aprovecha todo lo que puedas la luz del sol para iluminar y calentar tu casa. Usala también para calentar el agua o generar electricidad (calefones solares, climatizadores de piscinas, etc). Unas placas solares son una buena alternativa para reducir tus facturas y generar tu propia energía limpia. Instalarlas es costoso, pero a la larga compensa.
La luz del sol es pura vitamina D. Te da energía, vitalidad y alegría. Así que abrile paso en tu casa y deja que llegue hasta el último rincón. Coloca los muebles de manera que no la obstaculicen, decora en tonos claros y ten picardía: refléjala con espejos y materiales y acabados brillantes.
Electrodomésticos A+++
Los aparatos eficientes son siempre la mejor elección. De entrada son más caros, es verdad, pero a la larga el ahorro de energía que representan compensa. Además, contaminan menos. Para que tu heladera no trabaje de más, evita ponerla cerca de una fuente de calor, y no dejes la puerta abierta innecesariamente.
Utiliza el lavavajillas y el lavaropas a carga completa.
Apaga el televisor, y el resto de aparatos de casa que se quedan con el piloto encendido, aunque ellos estén apagados, y siguen consumiendo electricidad. ¿El truco para evitar esta fuga de energía? Colocar una regleta con interruptor y apagarlo de noche.
Aprovecha el horno. Es el electrodomésticos responsable del 8% del consumo de la casa, por eso, cuando lo uses vale la pena sacarle el máximo rendimiento. ¿Cómo? Cocinando de una vez el mayor número de alimentos, aprovechando el calor residual para acabar las cocciones, o no abriendo y cerrando su puerta repetidamente. Se estima que esta acción le hace perder un 20% de la energía que acumula en su interior.
Se puede ahorra energía en la cocina, con gestos aparentemente sencillos como ajustando el tamaño de los recipientes al de los fuegos o tapando la olla mientras cocinas para que no se escape el calor. La olla exprés, por su lado, es ideal para las cocciones más largas ya que cocina en la mitad de tiempo. Y en cuestión de placas, las de inducción consumen un 20% menos de electricidad que la vitrocerámica convencional.
Regula la temperatura ambiente conscientemente. ¿Sabías que un grado menos en el aire acondicionado representa un 10% más de consumo energético? Y lo mismo pasa si tienes la calefacción muy alta. En invierno, no la pongas a 25 grados para poder ir en manga corta en casa. Déjala a 20-21º, la temperatura ideal según los expertos, y ponete un abrigo liviano. Si programas las horas de encendido, y la apagas por la noche la factura no se dispara.
Conectate con la naturaleza
Plantas y flores mejoran la salud y potencian la sensación de bienestar, porque purifican el aire y eliminan sustancias químicas nocivas. Elegilas frondosas en el estar o living, aromáticas en la cocina, y verdes para el dormitorio. Las hiedras, las cintas, entre otras, tienen la capacidad de absorber los compuestos tóxicos del aire. Según un estudio de la NASA las mejores para limpiar el aire de tu casa son espatifilios, palmera de bambú, lengua de tigre y ficus. Así que, puedes crear un auténtico pulmón verde reuniendo varias en un rincón. Que sea luminoso, pero sin luz directa, para que sean más efectivas.
Vestí bien tu casa
Las sábanas, los manteles, las toallas... Compra ropa de casa no tratada con tintes tóxicos y de tejidos 100% naturales, como lino, algodón o lana. Si tienen certificado ecológico mucho mejor para tu piel y para el medio ambiente. Las telas con derivados del petróleo contaminan mucho más en su fabricación, mientras que las de producción ecológica, aseguran que las materias primas proceden de cultivos biológicos controlados.
El algodón orgánico y el lino encabezan los textiles sostenibles por naturaleza. Utilízalos en cortinas, alfombras, tapizados, toallas y ropa de cama. Ambos son biodegradables, renovables y reciclables.
¿Por qué algodón orgánico y no normal? Porque necesita menos agua para su cultivo y está exento de pesticidas y fertilizantes. Es mucho más suave al tacto y evita las alergias cutáneas. También apuesta por los retapizados para prolongar la vida útil de los muebles.
En tu decoración ecológica segui el rastro a estos otros materiales: seda, lana orgánica y reciclada, y las innovadoras banano, cáscara de coco, y los símil cuero.
Vuelta al origen
Es posible que a estas alturas te hayas sumado a la causa eco con algunos gestos en la deco de tu casa: recuperando muebles viejos, reutilizándolos para darles otro uso o reciclando palets con los que hacerte una mesa de centro o una base para tu cama, por ejemplo. El reciclaje es un primer paso para lograr una decoración ecológica. Pero no el único. ¿Qué más puedes hacer?
Si quieres una casa más sostenible decórala con productos artesanales locales, hechos a mano con materias primas naturales, de producción limitada y que ponen en valor la proximidad.
Guerra al plástico
Si quieres que tu casa sea un templo de la sostenibilidad, mira tu casa con ojos de investigador y elimina todos aquellos objetos que contengan plástico. En la cocina seguro que tienes un montón. Utiliza envases eco lógicos desechables, o cambialos por vidrio reciclado, cerámica, o algún otro material que puedas limpiar y reutilizar. Muchos de ellos, incluyen tapas herméticas, correas de goma, y son aptos para el lavavajillas. El objetivo: desterrar de una vez por todas los tupper de plástico.
Cuida el agua
No la despilfarres. Intenta hacer duchas de no más de 5 minutos, aunque te parezca rápidas estás consumiendo 100 litros de agua. También puedes instalar aireadores en los grifos para que gasten la mitad. Y no caigas en el error de usar el inodoro como si fuera una papelera. Cada vez que vacías la cisterna se van entre 3 y 6 litros de agua.
No dejes que ningún grifo de tu casa pierda agua. ¡Arréglalo cuanto antes! Una gota por segundo supone 30 litros de agua al día. Y lo mismo pasa con el depósito del inodoro Solo un hilo de agua es un despilfarro de 12 litros cada hora. Si lo piensas es una barbaridad.
Si quieres ser un consumidor verde pero estos tips que te traemos te parecen demasiados para empezar, te proponemos que comiences por 3 erres multiplicadas y convertidas en 6 erres que contribuyen a cuidar el medio ambiente y, de paso, ahorran dinero. Es más sencillo de lo que crees:
R de Reflexionar
Si quieres ser un consumidor eco debes ser más reflexivo y crítico. Contar hasta 10 cuando el impulso consumista te domine, plantearte primero si realmente necesitas ese objeto y, luego, si se trata de un bien comprometido con el medio ambiente. Caminar, ir en bicicleta, optar por energías renovables, consumir alimentos de temporada o vestir ropa realizadas con fibras naturales son otros pequeños granitos de arena que puedes adoptar.
R de Rechazar
De entrada, los productos tóxicos, no biodegradables o no reciclables esos ya no deberían entrar en tu casa. Para reconocerlos en las etiquetas suele haber toda la información para que identifiques los componentes más nocivos, como los derivados del petróleo.
Puedes sustituirlos por productos con sellos ecológicos, como el FSC que acredita la procedencia de la madera o el MSC relativo a recursos pesqueros que no sobreexplotan los caladeros. Los productos de comercio justo también tienen todas las garantías.
R de Reutilizar
Alargar la vida útil de los objetos favorece el ahorro doméstico a la vez que disminuye el impacto sobre el medio ambiente. Por eso cualquier producto que tenga la etiqueta de usar y tirar es todo lo contrario de lo que propugna el consumo responsable y ecológico. Buscale siempre nuevos usos.
¿Maneras sencillas de reutilizar? Hay muchos pequeños gestos que cuentan. Usar bolsas de tela en lugar de bolsas de plástico, pilas recargables, imprimir papeles por ambas caras o donar los libros y cds que ya no queremos. Todo lo que sea para alargar la vida útil de los objetos.
R de Reciclar
Separar los residuos de manera adecuada es una acción con muchos beneficios para el medio ambiente. El primer paso es encontrar un sistema para hacer la separación en casa de cristal, papel, plástico y orgánico. Y, el segundo, hacerlo sin errores quitando las grapas de los papeles, por ejemplo, o no tirando bombillas o espejo en el contenedor donde va el cristal.
Después hay otros elementos, como pilas, aceite y desechos de aparatos, por ejemplo, que es mejor llevar al punto verde para su correcto reciclaje. Las basuras recicladas no acaban en los vertederos sino que se aprovechan como nuevas materias primas lo que reduce el consumo de energía. Por ejemplo, al reciclar una lata de aluminio se ahorra una cantidad de energía similar a la que consume un televisor durante tres horas.
R de Redistribuir
Si todas las personas del mundo vivieran como un ciudadano medio de EE.UU se necesitarían más de 4,5 planetas tierra, por eso es necesario controlar la huella ecológica, sobre todo en los países ricos.
De ahí que sea tan importante bajar el ritmo de consumo y redistribuirlo de manera equitativa para que no haya tantas diferencias entre primer y tercer mundo. Los productos basados en principios de comercio justo y con menos huella ecológica pueden ayudar a rebajar estas diferencias.
R de Reclamar
¿El qué? ¿A quién? Pues a las instituciones más medidas para cuidar el medio ambiente; más infraestructuras para reciclar; pedir un mayor apoyo a la producción ecológica y a las energías renovables... Hay que ser parte activa de todos los cambios de consumo que afectan a nuestra vida cotidiana y al planeta. Después de todo como ciudadanos (y consumidores) nuestras decisiones son capaces de cambiar las tendencias del mercado. Y un consumo responsable es el primer paso para conseguirlo.
Un futuro prometedor
En el mundo, son muchas las firmas asociadas a la arquitectura y decoración, que buscan cada vez más ofrecer productos ecológicos. La sostenibilidad, es un concepto que interesa a arquitectos, interioristas, instaladores y al público en general, deseosos todos de crear viviendas cada vez más ecológicas y saludables. El futuro de nuestro planeta está en nuestras manos.
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