Los diseñadores italianos se han inspirado en la ciudad de los canales para crear sus colecciones para hombre, mujer y hogar, que homenajean la artesanía y la creatividad, con estampados que reflejan los símbolos y la historia de Venecia.
Frente a lo efímero de los desfiles de moda, las presentaciones Alta Moda de Dolce & Gabbana suelen ser experiencias planteadas para perdurar en la memoria. Y la última presentada en Venecia del 28 al 30 de Agosto pasado, posiblemente fuera la más espectacular hasta la fecha. No solo por la presencia de Jennifer López vestida de diosa bizantina, y Helen Mirren como una reina contemporánea, o por la imagen de una espectacular Heidi Klum posando junto a la laguna. La escala del evento fue monumental.
El día anterior al desfile, empezaron a construir la pasarela en la plaza de San Marco, frente a la gente que hacía cola para entrar en la catedral. A la mañana siguiente ya estaban ensayando y, al caer la tarde del domingo, los invitados iban llegando en taxis acuáticos a los muelles frente a la piazzetta a la hora planeada. A medida que los 400 asistentes iban ocupando las sillas y mesas de cafetería colocadas frente a la pasarela tapizada en rojo, y con la fachada del palacio Ducal de fondo, 150 actores vestidos de época interpretaban una función carnavalesca. Cuando se sentó la última de las celebridades, el carnaval se transformó en ballet y, en el punto álgido, la oscarizada Jennifer Hudson interpretó Nessun Dorma de Turandot, ataviada con un imponente vestido dorado mecido por el viento, mientras que drones y gaviotas sobrevolaban el lugar. Esto daba tiempo para adentrarse en el escenario gótico veneciano, y maravillarse por el simple hecho de estar ahí.
Después llegaron las modelos, que desembarcaron desde sus propias góndolas, con un menú completo de moda de fantasía: minivestidos multicolores de malla de cristal de Murano, vaporosas capas de plumas teñidas en los tonos del cielo veneciano, túnicas bordadas con lentejuelas que dibujaban estampas turísticas, o escuetos modelos con enormes volantes de tafetán desfilaron sobre una pasarela dividida entre la luz roja del atardecer y un nubarrón que avanzaba desde la catedral. Como siempre ocurre con las colecciones de Alta Moda, las piezas se filtraron profundamente de la artesanía local y la cultura creativa de la ciudad anfitriona, tanto para celebrar la riqueza de la artesanía italiana, como para ofrecer a los clientes un recuerdo único y específico del lugar.
Fue así como los vestidos de georgette y tul estaban bordados para reproducir asombrosamente los patrones caleidoscópicos del vidrio veneciano, o los patrones serpentinos del suelo de la Plaza de San Marcos. La colección incluía una capa increíblemente exagerada de cuerda trenzada y piezas que reproducían el famoso león protector de la ciudad, las proas de las góndolas y las máscaras de carnaval. Enormes confecciones en satén (utilizado para reflejar los sedosos reflejos de los canales que cruzan esta ciudad por todas partes), y dinámicos estampados en georgette.
Sin embargo, a medida que avanzaba el desfile, el carácter extraordinario típico de esta presentación de Alta Moda se tornó excepcional, era como si Venecia hubiera sido incitada a hacer su propio espectáculo. Alrededor de las 7:32 P.M., justo cuando Leni Klum atravesaba la pasarela, un manto de nubes impresionantes —casi tan densamente estampadas como el vestido de collage de Murano— apareció repentinamente por la línea del horizonte, dejándonos envueltos en un atardecer de color durazno.
Minutos después, unas gotas de lluvia, aparentemente rebeldes, empezaron a salpicar las losas de mármol, creando las condiciones perfectas para el arcoíris que se desplegó desde el tejado del Palacio Ducal y se extendió hacia la isla de Lido. Luego vino una serie de relámpago y dos enormes truenos antes de que la lluvia se desatara. Maravillosamente, la banda sonora del show fue las cuatro estaciones de Vivaldi y, por suerte, la lluvia solo comenzó a caer con fuerza justo cuando los diseñadores de la casa italiana corrían por la pasarela en medio de la ovación de pie del público.
Al término del desfile, Domenico Dolce dijo: ‘Sabes que soy católico, así que le pedí a la Virgen, ¡por favor, espera un poco! Por favor. La colección de Dolce & Gabbana trataba de prendas —y de un espectáculo— que devolvían la fe en la moda y reavivaban la alegría de reunirse para verla.
“Es un homenaje a Venecia. La Alta Moda ha renacido después de dos años de covid: no es solo ropa; es una forma de vida, un grupo de gente”, afirmaba Domenico Dolce en la rueda de prensa la mañana del desfile. Un grupo de privilegiados, el sector más alto de consumidores de lujo, que aspiran a rejuvenecer. “Presentamos seis nuevas chicas que nunca han desfilado y representan la nueva generación de la alta costura”, añadió. Se refería a las hijas de Monica Bellucci, Christian Bale, Puff Daddy y Heidi Klum, todos ellos presentes en el desfile.
Alta Moda es la versión de la alta costura que Dolce y su socio y expareja, Stefano Gabbana, idearon en 2012. Un proyecto que ha tomado Venecia en esta espectacular presentación, y engloba joyería para ambos sexos, sastrería y, desde esta edición, también casa, en colaboración con el grupo Luxury Living.
Las joyas más impresionantes le dan vida a la nueva colección de Alta Joyería de la firma Dolce & Gabbana. Una vez más, los diseñadores italianos han plasmado su amor por el arte y los diamantes al unir tradición y artesanía creando auténticas obras de arte. Pendientes en forma de cáliz, collares con 'charms' de estilo mosaico o anillos tipo sello cubiertos de piedras preciosas en los que se posan mariposas multicolor. Fue en 2013 cuando Stefano y Domenico lanzaron su primera colección de alta joyería y desde entonces cada una de ellas se ha posicionado como símbolo de poder y elegancia. Ni siquiera la pandemia hizo que su creatividad se frenase y por eso los diseñadores decidieron hacer la presentación de la colección 2020 vía online.
Ahora la familia Dolce & Gabbana ha querido reunirse de manera física nuevamente, y ha escogido el maravilloso Palacio Ducal. Situado en el extremo oriental de la Plaza de San Marcos, este edificio de estilo gótico es uno de los símbolos de la gloria y el poder de Venecia. En su interior se encuentran obras de arte de artistas tan relevantes como Tintoretto, Tiziano o El Bosco.
Colecciones de Joyería, y de su línea para el Hogar.
Las anteriores ediciones han recorrido los lugares más pintorescos de Italia: Portofino, Taormina, Florencia o, en 2013, Venecia por primera vez. Pero en aquella ocasión solo ocuparon un palazzo. En 2021 estas presentaciones se han convertido en la mayor vidriera de una firma que, desde que cerró su línea joven en 2013, ha orientado su estrategia a ubicarse firmemente en el lujo.
Dos veces al año, Dolce & Gabbana invita a clientes vips, prensa y celebridades internacionales a unas experiencias entre lo cultural y lo transaccional: los clientes tienen la oportunidad de comprar lo que se muestra (lujosísimas piezas hechas a mano con precios entre las decenas y las centenas de miles de euros) a la vez que se les abren monumentos, y se celebran cenas y fiestas. La alta joyería femenina fue presentada el sábado 28 en las magníficas salas del palacio Ducal, seguido por una cena de gala en el patio. Y el día anterior, la colección de “casa” debutó en la Scuola Grande della Misericordia. En la planta baja de esta joya de la arquitectura del siglo XIV había una nutrida selección de muebles y objetos decorativos cubiertos de estampado animal, un homenaje a la vertiente más nocturna y sensual de la firma milanesa. Arriba, en la sala principal, los ventanales llenaban de luz sofás, comedores y vajillas estampadas con los colores vivos de las carrozas sicilianas. Del techo colgaban gigantescas lámparas de cristal de Murano, desarrolladas con talleres locales. Gabbana insistía en esto último en su encuentro con la prensa: “Lo importante son los artesanos. Solo podemos darles las gracias”. Y su compañero lo secundaba: “Es como si fuéramos directores de orquesta de los mejores artesanos del mundo, y están en Italia. Nos da igual si algo es trendy o no. Lo que importa es la creatividad y la calidad”.
Las jornadas del lujo de Dolce & Gabbana coinciden con un momento clave para Venecia. La ciudad celebra este año su 1.600 aniversario tratando de poner coto al turismo masivo, y de atraer un tipo de visitante con un perfil más elevado. A su decisión de no permitir atracar grandes trasatlánticos en la ciudad, se suma la promoción de eventos como estos, que aportan brillo a su ya rica agenda cultural: la Bienal de Arquitectura sigue en curso, y el festival de cine comenzó el día 1 de septiembre.
Colección Masculina
Alta Moda presentó también sus colecciones masculinas de joyería y sastrería. El misticismo y los enigmas de Venecia plagaron cada uno de los diseños para Alta Sartoria 2021. Desde su arquitectura gótica, sus canales y la decoración, hasta los detalles de su religiosidad e impactos en las artes escénicas. Sin dejar de lado, por supuesto, sus características bizantinas, renacentistas y del vedutismo. La construcción de cada pieza, finalmente, requirió una atención puntual a la herencia veneciana, pero también al preciso reconocimiento de nuestra época. Apelando a las estructuras oversized, de un fit relajado, con siluetas para el ocio y de género neutro, éste es un Dolce & Gabbana para los hijos de sus clientes; no sólo para el público que le ha seguido por treinta y seis años. Entre sus referencias más directas: trajes y camisas cubiertos de canottiglie para recrear la colorida vidriería de Venecia, hojas de oro puro sobre la tela para producir juegos de sombras, líquidas batas con motivos pictóricos, bordados que reproducen el murrino, mallas repletas de cristales y aplicaciones claramente extraídas de la arquitectura interior que mira al Gran Canal.
La imaginación fue liberada una vez más y posó su mirada sobre el armario del hombre contemporáneo. Abriendo sus posibilidades de vestimenta, y avanzando en el refinamiento de ésta, se convierte en una suerte de dios moderno; cuya devoción se debe a la pluralidad y exceso de apego a sus propios intereses. Tanto fue así, que al cierre del desfile las fuerzas mitológicas y ancestrales de la región, llenas de envidia, castigaron a Dolce & Gabbana con una impresionante lluvia de granizo. Un evento que no ha parado de sonar en redes sociales.
Ni la meteorología adversa es suficiente para doblegar la energía hedonista y el poder de convocatoria de estos italianos. Una colección tan sugerente bella y llena de drama, que ni la envidia de los mismísimos dioses pudo interrumpir con la granizada que enviaron.
Por: Bea Call Contenidos. / @beacallcontenidos / m.me/BeaCallcontenidos
Imágenes: Cortesía Dolce & Gabbana/ Getty Images.
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