Giraffe Manor, es uno de los hoteles más singulares e instagrameados del mundo. Pocas cosas hay tan entrañables como levantarte una mañana y que una jirafa asome la cabeza con curiosidad por la ventana, para intentar tomar algo de tu desayuno, y en este hotel boutique en Nairobi es posible.
La familia Carr-Hartley tiene el raro honor de compartir su mansión con algunas de las criaturas más hermosas (y en peligro de extinción) del mundo: las jirafas Rothschild.
Ubicada en las afueras de Nairobi, Kenia, la mansión convertida en hotel se extiende a lo largo de 140 hectáreas y es el hogar de ocho jirafas. Inaugurado en 1984 por los propietarios anteriores, el pequeño hotel ofrece a los huéspedes la oportunidad de su vida, de pasar el rato con estos gentiles jiráfidos gigantes.
La verdadera experiencia que ofrece alojarse en Giraffe Manor es el contacto directo con las jirafas. Aquí, las ventanas se mantienen abiertas y ellas acceden con sus largos cuellos para comer junto a los huéspedes, a quienes se les proporciona pinchos de frutas para que puedan alimentarlas.
Todas las mañanas, en el desayuno, las jirafas se acercan a la casa y asoman la cabeza por ventanas y puertas. Los huéspedes pueden alimentarlas directamente desde la mesa del desayuno, tomar fotos de cerca, e interactuar con ellas, aún a través de la ventana del dormitorio del segundo piso.
De paso, se puede degustar el mejor té y café de Kenia, considerados por los expertos como de los mejores del mundo.
El hotel solo cuenta con 10 habitaciones y los precios comienzan a partir de los 500 U$S por persona la noche. No es barato, pero es una experiencia increíble que respalda una gran causa. Giraffe Manor no solo es un santuario para una especie en peligro de extinción, sino que también ejecuta un programa de reproducción que intenta reintroducir las parejas reproductoras en la naturaleza para asegurar el futuro de la especie.

Su Historia
Entre sus encantos, destaca el hecho de que la construcción se inspiró en un pabellón de caza escocés, y fue la casa del magnate del café Sir David Duncan, que desde 1932 la usó como granja de cría para sus caballos. En la década de 1960, el Manor se alquiló a varios inquilinos, pero su mal estado obligó a su desalojo. Estuvo desocupada hasta que en 1974 la adquirieron Betty Leslie Melville y su marido Jock.
Betty se había enamorado de Kenia en su primer viaje en 1958. Modelo de profesión, Betty volvió a casa y convenció a su segundo marido, Dancy Bruce, para mudarse al país junto a sus hijos pequeños. Pero al poco de llegar a Kenia, Betty conoció al nieto del Conde de Leven, Jock Leslie-Melville. Dejó a su marido y se unió a Jock hasta la muerte de este, en 1984.
Es entonces cuando entran en escena, según cuenta Rothschild Safaris, las jirafas Tom, Dick y Harry. Tras adquirir la mansión abandonada, Betty y Jock comprobaron que varias jirafas habían elegido hacer del jardín del Manor su hogar. Betty convenció a Jock de que tenían que aprender a convivir todos juntos, y pronto las jirafas comenzaron a meter la cabeza por las habitaciones del primer piso en busca de comida.
Las jirafas se multiplican…
Betty decidió empezar a investigar la vida de sus nuevas compañeras de casa, y fue entonces cuando se enteró de que la Jirafa Rothschild estaba en peligro de extinción en Kenia, debido a que su habitat estaba desapareciendo por la acción humana. Sólo quedaban alrededor de 120 de estas jirafas en todo el mundo cuando compraron la mansión en 1974.
La ex modelo decidió entonces adoptar a una cuarta jirafa huérfana llamada Daisy. Y crearon el Fondo Africano para la Vida Silvestre en Peligro (AFEW) en Maryland, Estados Unidos. Poco después, encontraron un amigo para Daysy, Brando.
Dos años después de la adopción de Daisy, llegaron otras cinco jirafas, y en 1983 abrieron el Giraffe Centre (AFEW Kenya). Este centro ofrece a los escolares de Kenia la oportunidad de aprender sobre el medio ambiente, la ecología, y de interactuar con las jirafas que habitan en el complejo.
Las jirafas no son territoriales y generalmente se mueven para buscar comida y agua. El Manor es mucho más pequeño que el área en el que normalmente habita una jirafa salvaje (entre 5 y 600 kilómetros cuadrados), pero sus necesidades culinarias se sacian perfectamente en el hotel.
Una especie recuperada…
En la actualidad, entre 300 y 400 jirafas Rothschild deambulan por las tierras salvajes de Kenia, y se estima que su número total en el mundo es de unos 500 ejemplares. De hecho, los Leslie-Melvilles son considerados como las únicas personas que han criado jirafas salvajes con tanto éxito.
Jock falleció de cáncer en 1984 y, poco después, Betty empezó a abrir su casa a diferentes viajeros. Los beneficios que conseguía gracias a su estancia se destinaban al centro educativo levantado junto a la propiedad. Aun así, poco después de la muerte de Jock, Betty regresó a Baltimore y entregó la dirección del complejo a su hijo, y de vez en cuando regresaba para visitarlo.
Rick, hijo de Betty, y su esposa Bryony, empezaron a reconvertir la mansión en un pequeño hotel, aunque ellos vivían en la casa y consideraban a los visitantes como sus huéspedes.
Desde entonces, por sus coquetas habitaciones han pasado personalidades de la talla de Mick Jagger, Jerry Hall, Marlon Brando o Johnny Carson, entre otros.
En marzo de 2009, Mikey y Tanya Carr-Hartley compraron Giraffe Manor, y ahora forma parte del grupo de alojamientos y hoteles The Safari Collection.
En resumen, el hecho de que a día de hoy sigan apareciendo largos cuellos de jirafas a través de las ventanas, se debe a que en un primer momento Tom, Dick y Harry eligieron esta mansión como vivienda. Y a que Betty se interesó tanto por sus compañeras de piso que decidió protegerlas y salvarlas de la extinción.

Las Habitaciones
La casa solariega original fue construida en 1932 y tiene seis habitaciones: Betty, Daisy, Jock, Lynn, Marlon, y Karen Blixen Suite. Desde la adquisición de Giraffe Manor en abril de 2009, Tanya y Mikey han convertido esta propiedad en uno de los hoteles más codiciados del mundo. Han remodelado los interiores con amor y minuciosidad, para garantizar que la mansión conserve el carácter de los años 30 y su encantadora historia. Un baño art decó original, muebles antiguos y los nombres de cada habitación revelan algo del colorido pasado de la mansión.
El complejo cuenta con un piano que fue traído a África hace más de un siglo, y la habitación con los muebles de Karen Blixen, autora de “Memorias de África”, vendidos para poder pagar sus deudas cuando perdió su plantación de café. Sin duda, un lugar inigualable para introducirse en pleno corazón africano.
En 2011, se creó una nueva sección de la mansión, The Garden Manor, que se encuentra justo al lado. Aunque se construyó 78 años después, sus propietarios utilizaron materiales recuperados del período en el que se construyó la mansión original, y su diseño replica el de la casa principal. The Garden Manor también cuenta con seis encantadoras habitaciones: Salma, Edd, Arlene, Helen, Kelly, y la suite Finch Hatton, llamada así por Denys Finch Hatton, el gran amor de Karen Blixen (Meryl Streep), interpretado por Robert Redford en la película del año 1985 "Out of Africa".
El hotel está construido con ladrillo auténtico entre exuberantes jardines con hiedras encaramadas a las paredes, y conserva ese aire romántico de antaño. Las habitaciones, bellamente amuebladas y elegantes, incluyen camas románticas con dosel y baños privados bien equipados. La comodidad no es problema en este lugar.
Actividades en el Hotel
Un desayuno inolvidable: Despertar para desayunar con una jirafa debe ser una de las experiencias más increíbles y únicas que cualquiera pueda tener. Esta actividad está reservada exclusivamente para los huéspedes que pasan la noche en Giraffe Manor, y es inolvidable.
Encontrar estas jirafas de Rothschild en peligro de extinción en lugares tan cercanos, rondando el césped de la casona, asomando sus elegantes cuellos a través de las ventanas, da una apreciación real de lo hermosas y conmovedoras que son estas criaturas. Sus lenguas curiosas, pueden crecer hasta 50 cm de largo, mientras investigan lo que se ofrece; afortunadamente, lo que buscan son gránulos de pasto seco nutritivo, ¡no tus panqueques!. Dependiendo de dónde te alojes, desayunarás en Main Manor o en la sala de desayunos Garden Manor, pero no te preocupes, las jirafas saben exactamente dónde encontrarte.
El té de la tarde: Disfrutar del té de la tarde en la terraza, mientras el sol se pone detrás de las colinas de Ngong, acompañado de estos amigos de piernas largas, es una ocasión maravillosa que no debes perderte. Relajándote en el entorno tranquilo de los jardines de la mansión con una jirafa o dos a la vista, se sirve con una sabrosa variedad de galletas caseras, pasteles, sándwiches, bollos y bandejas de frutas. ¡También es una gran oportunidad para hamacarse en el gran columpio del jardín y, tal vez, tomarte una selfie en la enorme hamaca mientras alimentas a una jirafa. ¡Se valiente! y animate a un "beso de jirafa" ofreciendo una bolita entre los labios: la saliva de jirafa contiene propiedades antisépticas.
Si no estás demasiado ocupado alimentando a la manada de jirafas Rothchild , encontrarás mucho que hacer durante tu estadía, además de degustar los sabrosos platos de cocina europea, que sirve el hotel.
Por el jardín delantero de la casa, se llega al Centro de Jirafas AFEW (Fondo Africano para la Vida Silvestre en Peligro de Extinción). Fundado en 1979, la misión del centro es educar a los escolares sobre la increíble vida salvaje y el medio ambiente de su país, junto con su programa de cría de la jirafa Rothschild en peligro de extinción. Cada huésped de Giraffe Manor paga una donación a AFEW que se destina a sus proyectos de conservación de la vida silvestre en Kenia.
Casa Orquídea: Fragante y llena de luz, la casa de las orquídeas surgió de la pasión compartida de Tanya y Mikey por las orquídeas, y es un pequeño y encantador rincón escondido de la mansión en el que pasar el tiempo. Leer, meditar o dibujar una de las 150 orquídeas que crecen allí puede ser un escape relajante. Se pueden solicitar algunas pinturas y papel, si el impulso creativo te golpea y tenés ganas de ponerte artístico en la Casa de las Orquídeas. Si te atrae una experiencia gastronómica romántica a la luz de las velas entre el follaje de la hermosa colección de orquídeas, te pueden organizar. Si lo solicitás, una cena privada especial, sin costo adicional. Eso sí, hay que reservar con tiempo, porque está sujeto a disponibilidad.
Juegos Manor: El croquet y la petanca ( similar al juego de Bochas) son una forma ideal de pasar las horas entre el desayuno y el té de la tarde cuando las jirafas están paseando por el santuario, y no se interponen en el camino. Los exuberantes jardines se adaptan perfectamente a un juego de croquet, y encontrarás una “cancha” de petanca construido a tal efecto junto a la Casa de las Orquídeas.
En la sala de estar de la mansión encontrarás un hermoso tablero de ajedrez hecho a mano, que por supuesto presenta jirafas, así como leones, guepardos, cebras y rinocerontes en lugar de las figuras tradicionales. Por supuesto, podés llevarlo a la terraza para disfrutar de las jirafas, y la puesta de sol sobre las colinas de Ngong mientras jugás.
Sala de Tratamientos en el Jardín: Escondida en la esquina del jardín de la mansión se encuentra una tranquila sala, que ofrece una variedad de masajes y tratamientos de belleza, diseñados para restaurar el equilibrio natural de su cuerpo y aliviar el estrés. Usan productos de Healing Earth, una marca orgánica premium inspirada en las antiguas tradiciones curativas africanas, con principios activos 100% puros y naturales que apoyan la agricultura ecológica local. ¿Por qué no disfrutar de un masaje terapéutico antes y después del safari para relajar todo el cuerpo?.

Actividades fuera del Hotel
Adentrate en la historia natural y cultural de Kenia con una visita a uno de los museos informativos de Nairobi.
El Museo Karen Blixen, ofrece un vistazo a la historia de Kenia. Una vez que la casa de campo de la baronesa Karen Blixen y su esposo sueco, el barón Bror von Blixen Fincke, la casa ganó fama internacional a través de la película ganadora del Oscar “Africa Mía”, que se basa en su autobiografía del mismo nombre. El museo ofrece visitas guiadas a la casa, y los hermosos y serenos jardines, y con una serie de muebles originales aún en su lugar. Hay una pequeña tienda de regalos y unas vistas impresionantes de las colinas de Ngong. Esta visita es corta, pero vale la pena si le interesa el pasado de Kenia.
El Museo Nacional de Nairobi es ideal para conocer el maravilloso y rico patrimonio de Kenia. Luego, podés dar un paseo por sus jardines botánicos. Esta actividad toma medio día ya que el museo se encuentra en un área diferente de Nairobi a Giraffe Manor, por lo que viajar allí puede demorar hasta una hora dependiendo del tráfico.
Para descubrir el talento local, hay que visitar a algunas de las galerías de arte aclamadas de Nairobi. La capital de Kenia es un centro para la creatividad artesanal, desde la artesanía tradicional hasta las innovaciones tecnológicas de vanguardia. La Matbronze Art Gallery & Foundry es una excursión ideal para media mañana o media tarde.
Hay mercados cercanos donde se pueden encontrar todo tipo de productos elaborados localmente: desde cinturones de cuero con cuentas y sandalias hasta cuencos de madera de olivo bellamente tallados y tablas de cortar, así como joyas, máscaras tradicionales, cestas y mantas Maasai.
El Parque Nacional Nairobi, es el único parque nacional dentro de los límites de una ciudad capital. Es el hogar de una gran variedad de vida silvestre, incluidos leones, leopardos, búfalos, cebras, antílopes, jirafas y más de 400 especies de aves. La puesta de sol sobre las colinas de Ngong, y las interminables vistas que se extienden sobre las llanuras salpicadas de acacias, evocan el verdadero espíritu de África. Aunque está cercado por tres lados, el parque de 117 kilómetros cuadrados está abierto hacia el sur, rebosante de vida silvestre. Se pueden organizar safaris en el parque con un vehículo privado y un guía.
Los establos de Malo, en el parque Nairobi, ofrecen fantásticos paseos ecuestres por el bosque con vistas a las colinas de Ngong. Los caballos están altamente entrenados y los anfitriones son extremadamente profesionales. Hay una variedad de opciones disponibles, que incluyen desayuno y paseos al atardecer por el bosque. Si estás interesado en esta actividad, planifica traer de casa pantalones de montar adecuados para que puedas disfrutar de su excursión a caballo con comodidad. No olvides un sombrero para el sol y protector solar, así como binoculares y cámara fotográfica. A pesar de bordear una ciudad capital, te sorprenderás de la rica vida silvestre que hay para ver en el Parque Nacional de Nairobi.
También, están las Bomas de Kenia, las tradicionales aldeas que ofrecen la oportunidad de conocer la historia, las viviendas, los bailes tradicionales y el estilo de vida de los grupos tribales kenianos, entre ellos los orgullosos pero ya no tan fieros guerreros masai.
Unas vacaciones en el hotel Giraffe Manor de Nairobi es, sin duda, una forma diferente e inolvidable de disfrutar de la naturaleza y la fauna en Kenia.
Por: Bea Call Contenidos. / @beacallcontenidos / m.me/BeaCallcontenidos
PH: Giraffe Manor/ The Safari Collection/ Getty Images/ Pinterest
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