Tarde soleada de septiembre en París. Afuera del nuevo concepto de tienda de La Samaritaine, docenas de personas esperaban pacientemente detrás de una cuerda de terciopelo para presentarle al portero el pase sanitario obligatorio. Un goteo constante de invitados impecablemente vestidos atravesaban las imponentes puertas de vidrio de Le Cheval Blanc Paris, con la esperanza de obtener acceso a los interiores del nuevo hotel, único en su género en el mundo, para los pocos afortunados en echar un vistazo a su Dior Spa, diseñado por Peter Marino.

Decir que este hotel es la inauguración más esperada que la Ciudad Luz ha visto en décadas no es una exageración. El emblemático edificio Art Deco cerró en 2005 para embarcarse en una transformación larga, ambiciosa y ocasionalmente polémica, no sólo de la estructura en sí, sino del vecindario circundante. A principios del verano boreal, La Samaritaine resurgió como un templo del siglo XXI para la cultura, la gastronomía y las compras de lujo francesas, al frente del lujoso Cheval Blanc.

Amado por los habituales de Courchevel, St. Barth's y las Maldivas, el último puesto de avanzada de la cadena de hoteles de lujo se siente como en casa para una clientela acostumbrada a una vida ultra refinada. Esa filosofía se extiende al complejo de bienestar y spa del hotel, ubicado al pie de una elegante escalera curva justo al lado del lobby, que comprende un área de fitness de última generación que está abierta las 24 horas, los 7 días de la semana, con sala de entrenamiento y una piscina de 30 metros, la más grande de cualquier hotel en París, revestida con un mosaico ondulado del artista Michael Mayer, zonas comunes maravillosas, al igual que las privadas.

Antes de llegar, me desplacé obsesivamente por el menú de tratamientos como alguien a punto de salir de una jaula invisible de meses de bloqueos intermitentes. Abrumada por las asombrosas 48 opciones diferentes, llamé a la directora del spa Sophie Levy Kraemer, quien sugirió el mismo tratamiento que primero me llamó la atención: Precious Energy, un masaje corporal exclusivo de Dior con piedras semipreciosas calientes, que también incluye un esculpido facial.

“La idea es ofrecer indulgencia sensorial de 360 grados y momentos de felicidad, ya sea que te quedes en el hotel o no”, me dice Kraemer mientras me muestra el complejo en tiempo real. “Queríamos crear una burbuja en la que puedas relajarte por completo y descubrir nuevas adicciones”, sin juego de palabras: es fácil ver cómo algo como el tratamiento Couture Dream: un espectáculo de cara, cabello, manos y pies y más, podría convertirse en hábito. Kraemer y su equipo pasaron cinco años desarrollando un menú de tratamiento que atraería todos los sentidos a través de combinaciones de técnicas manuales específicas, tecnología de vanguardia y formulaciones específicas del sitio. También trabajó con Marino en los detalles de diseño, repasando texturas y colores, desde el mármol blanco lechoso hasta la paleta beige rosado pálido, así como los accesorios. Incluso hay un guiño al Cheval Blanc en Courchevel en forma de cabina de "ducha de nieve": los huéspedes pueden entrar para tomar un poco de frío después de una sauna o un hammam, lo que puede ser igualmente beneficioso para los pies cansados de la Semana de la Moda después de un largo día de shows.

Es difícil pasar por alto la conexión del Dior Spa con la maison francesa. Más sala de estar que área de recepción, su espacio central exhibe el toque de alta costura de la directora creativa de Dior, Maria Grazia Chiuri, que flota aparentemente ingrávido en una pantalla de vidrio, flanqueado por una exuberante animación en video en 3-D de flores meciéndose con la brisa de la artista estadounidense Jennifer Steinkamp. 

Los lujosos libros ilustrados, proporcionan un compendio de la línea de prêt-à-porter para mujeres, mientras que una colección de pañuelos de seda Dior y un perfume Cheval Blanc a medida, diseñado por el creador de fragancias exclusivo de Dior François Demachy, se encuentran aquí y en ningún otro lugar. Lo mismo ocurre con una gama exclusiva de nuevos productos, incluida una colorida gama de brumas purificadoras perfumadas Bains de Visage diseñadas en homenaje a los baños públicos que una vez estuvieron frente a este edificio, y una nueva línea de productos para el cuidado de la piel. Las fórmulas activas, llamadas Solutions Professionnelles, se desarrollaron especialmente para su uso en el Dior Spa, dice Kraemer, y agrega que tres de los productos: una loción peeling floral, un bioserum reafirmante,  y un complejo reparador para el rostro y el cuerpo, están disponibles exclusivamente en la boutique del spa.

La suite Bonne Etoile, es una de las seis salas de tratamiento del spa diseñadas individualmente. Cada una tiene un aspecto completamente diferente, por ejemplo: en la suite Mizza, las plumas de perdiz laminadas a mano en una pared, recuerdan el motivo de leopardo que inspiraba a Christian Dior,  famosa por usarlas con amarres de perlas; En la suite Sauvage, una cama climatizada hecha a medida llena de cristales de cuarzo alfa parece tan cuidada como un jardín zen.

Una vez envuelta en una bata y posiblemente las pantuflas más cómodas que hayas usado, todo el zodíaco se ilumina en el techo, listo para que elija mi signo. El masaje de Energía Preciosa presenta una línea de piedras de labradorita para conexión con la tierra y protección; cuarzo rutilado para mantener el equilibrio; ágata blanca para la armonía; y cristal de roca para la desintoxicación. Lo único que queda por hacer, es seleccionar tu banda sonora preferida,  y cuál de los cuatro aceites esenciales te gustaría que mezclen con el de masaje de almendras. Recostada boca abajo en la camilla de tratamiento, una labradorita calentando el arco del pie, te preguntas como impacta en tu vida (sin mencionar tu presupuesto), este ritual corporal de 90 minutos y su extraordinaria mascarilla facial, que incorpora la savia de las vides en el Château d ' Yquem, la base de la línea premium para el cuidado de la piel Or de Vie de Dior. Y cuando te levantes a regañadientes de la cama una vez finalizado, todavía flotando entre dos mundos, una cita de Christian Dior bordada en la ropa de cama llama la atención: "En el fondo del corazón duerme un sueño".

El modisto altamente citado es omnipresente en el spa, y otra línea memorable de sus memorias aparece en el menú del spa: "Mi deseo es siempre hacer que las mujeres no solo sean más bellas, sino también más felices". Esa, señala Kraemer, es toda la razón de ser de Spa Dior: “Te ves hermosa y te vas sublime”.

Dior Spa Cheval Blanc París, 8 Quai du Louvre, 75001 París; www.chevalblanc.com

Por: Bea Call Contenidos. / @beacallcontenidos / m.me/BeaCallcontenidos