Uno de los mayores desafíos con el que nos encontramos en nuestro Roadtrip por el gigante oceánico, es descubrir cuál es la verdadera comida australiana. Llegó el momento de alzar el tenedor y comenzar a descifrar los secretos gastronómicos de un país dominado fuertemente por la inmigración y al mismo tiempo, la milenaria tradición.
La comida no-típica y el producto nacional
Si le preguntas a un australiano cuál es la comida típica de su país, el silencio se torna conversación. Después de unos segundos de pensarlo, te dirán “fish and chips”, “meat pie”, “chicken parmi” o incluso, los más arriesgados, una hamburguesa. La verdad es que si bien todos estos platos son populares y se pueden encontrar en todos los pubs de cada pequeño pueblo perdido en las inmensidades australianas, ninguno de ellos se puede considerar como realmente autóctono ya que su introducción en el país viene mayoritariamente de la herencia británica.
Asimismo, hoy en día pocos son los lugares en el mundo donde no se encuentre cualquiera de estos platos, y si bien cada país tiene sus variantes, si bien cada país tiene sus variantes de acuerdo a las costumbres y paladar local, en Australia lo hacen con remolacha, obligando que hasta las eminencias de la comida rápida le agreguen estos ingredientes a sus típicos (mac combo) menús.
Por otro lado, es bien sabido que una de las mayores atracciones que tiene Australia en todos los sentidos, es su particular fauna, que define desde su escudo hasta sus platos. Canguros, cocodrilos, emús, lagartos y serpientes son sólo algunos de los animales que cada día se pueden encontrar en los distintos rincones del país, siendo incluso normal, topárselos en el jardín (en el mejor de los casos) del propio hogar, así como empaquetados en una bandeja de supermercado o en los menús de los más elegantes restaurantes. Dicho esto, y como dato “freak” de un país que brilla por su singularidad, Australia es quizás el único lugar en el mundo que se come a sus dos estandartes. Así es… tanto el emú como el canguro, ambos iconos de identidad y nación, son asimismo de las carnes más famosas y codiciadas, y algunos de los imperdibles que todo buen amante de la comida debe probar en su visita por estas tierras.
En este sentido, y si de producto nacional se trata, una de las cosas que mayormente llama la atención, es la importancia que se le da a éste, siendo parte del vocabulario general de todas las personas y comercios que tratan alimentos.
Es común en restaurantes, oír a los comensales preguntar específicamente si la carne o las verduras servidas son australianas, es decir cultivadas en Australia, o incluso locales de la zona específica.
Del mismo modo, en los supermercados, ya sea las grandes cadenas o los más pequeños, publicitan como uno de los valores más importantes que el producto sea nacional. Así, y a diferencia de lo sucede en nuestras latitudes, la mayor (y mejor) parte de la importante producción agrícola y ganadera se queda en Australia, evitando la inserción de grandes multi-nacionales y aportando al trabajo local de los agricultores de cada zona. De este modo en cada pequeño pueblo, es posible encontrar distintos tipos de cultivos y pequeños mercados en los que, una vez a la semana, los agricultores se acercan a vender sus productos y valorizan la producción local.
Tradición aborigen y la comida australiana del desierto
Así como por un lado la gastronomía australiana más popular está caracterizada por la influencia europea, si nos adentramos en el corazón geográfico e histórico del territorio, podemos encontrar los cimientos de un pueblo, y así mismo de su alimentación. Los aborígenes australianos, primeros habitantes de la gigante isla, y una de las culturas más ancestrales que hasta el día de hoy se mantiene viva (remontan sus tradiciones a más de 70.000 años atrás), son la imagen viva de los cimientos de toda alimentación primaria, basada en la tierra y sus oportunidades, que existe hasta el día de hoy.
Sin embargo, con la invasión occidental, las culturas aborígenes se vieron obligadas a radicarse en los terrenos más aislados del país, habitando más que nada el desierto. Comenzaron a ingerir todo lo que la tierra roja les regalaba: insectos, serpientes, lagartos y canguros se transformaron en la base alimentaria de la dieta tradicional aborigen, y no solamente su dieta, sino también parte de un hoy, transformado ritual que mantienen como forma de conmemorar a sus antepasados, y los vestigios de una forma de vida que cada vez se les arrebata más.
Resulta lamentable que este tipo de tradición se haya ido perdiendo, generando también una serie de problemas importantes en la salud y bienestar de la comunidad aborigen. Casos serios de diabetes, hipertensión, obesidad y alcoholismo son parte del día a día para gran cantidad de la población aborigen, ya que después de milenios de practicar un tipo específico de alimentación basada en la tierra, su dieta se ha visto transformada abruptamente en un sinfín de azúcar y alimentos procesados que están terminando de extinguir una de las civilizaciones más ancestrales del mundo.
Si bien este es un tema que aún se debate, se instala como una de las grandes problemáticas ocultas que se mantienen de la realidad australiana, por lo menos en la última década, han comenzado a surgir nuevos chefs que poco a poco han logrado desenterrar algunos de esos cimientos ancestrales de “lo” australiano, utilizando además de sus aclamadas carnes, productos típicos tanto de la selva como del desierto que son únicos en el territorio y ya habían sido olvidados.
Gastronomía y comida australiana hoy
Australia y sobre todo sus ciudades más icónicas como Sydney y Melbourne, son epicentros multi culturales en el mundo de hoy, y así también lo revelan sus cocinas. Centenares de restaurantes, cafés, emporios y cuanta cantidad existe de locales donde la base es la alimentación, se toman las principales calles de la ciudad y, con un importante número de establecimientos ganadores de los más destacados galardones en el ámbito gastronómico, el país es hoy un referente de la nueva cocina internacional.
Desde un café hasta la más exclusiva carne, se transforman en una exquisitez. La preocupación por el producto local, la facturación de éste y el final emplazamiento toman importancia para quien lo consume. Ya no es solamente el sabor o el precio aquello que prima a la hora de elegir, sino toda una cadena que viene detrás de cada elemento tratado en el plato, la taza o la copa que soporta el producto. Así, los estándares de calidad son cada vez más elevados y la competencia se amplía obligando a quienes viven de esto a crear nuevas formas, recetas, y a buscar a veces en sus antepasados la inspiración para volver a imaginar.
Es así como chefs de renombre tal como Ben Shewry (dueño y chef en Attica, Melbourne) o Peter Gilmore (Chef ejecutivo en Quay, Sydney) afirman que la “gastronomía australiana” hoy es mucho más que un «meat pie» o un «fish and chips». Hoy Australia se define también por su comida y sobre todo por sus productos, utilizando tanto aquellos que nacen de la tierra, como lo hacían quienes habitaron aquí por primera vez, como también aquellos traídos de fuera. Es así que, a pesar de la importante influencia británica, la comida australiana se caracteriza por ser, sobre todas las cosas, una gran mezcla de culturas, sabores y productos traídos de la mano de inmigrantes de todas partes del mundo que, desde hace años, desembarcan en el país en busca de nuevas oportunidades.
Si bien la inmigración ha cumplido un rol protagónico, el avance quizás más importante es aquel que han logrado generar las nuevas generaciones, fusionando y utilizando un amplio nuevo imaginario y llevando a la cocina local a un nivel de refinamiento que, mediante la unión de lo local, lo asiático y lo europeo, ha sabido configurar un sabor único que cada día se torna más propio.
Así es que, tanto una trozo de carne asada como unos noodles, se transforman en plato típico, en esa comida de cada día que finalmente define no solamente la alimentación, sino que también la cultura y bienestar de una nación, haciendo a un país que además de ser rico en diversidad, también lo son sus fogones en recetas y sabores.
¡No puedes dejar de probar!
Australia no sólo es un país de paisajes y animales exóticos, sino que también de comidas únicas que todo buen viajero y amante de la cocina debe conocer. Aquí dejamos los imperdibles de la comida australiana, algunos de los clásicos «aussies»(australianos) que encontrarás y, por supuesto, ¡que no debes dejar de probar!
Carne de Canguro
La carne de canguro es por excelencia, el clásico número uno de la comida australiana. Siendo Australia el único país en el mundo que posee esta especie de marsupiales, el canguro no es solamente un animal, sino que un ícono absoluto de la identidad australiana.
De acuerdo a esto uno pensaría ¿y cómo es que esta gente se puede comer a su mascota? Pues bien, así como es un hermoso animal, también la población de canguros es un tema sensible ya que en las últimas décadas ésta ha crecido muchísimo, transformándose en un problema no sólo para los humanos, sino que también para otras especies de animales que se han visto disminuidos y/o amenazados por los indestructibles canguros.
En cuanto al sabor, esta comida australiana es la más cercana a la carne. Sin embargo, el canguro tiene más proteínas y hierro que la carne de res, y menos calorías y contenido de grasa. También es una buena fuente de omega-3.
Vegemite
El Vegemite es otro de los productos más importantes e icónicos del país y de la comida australiana. Al llegar a cualquier casa aussie, lo primero que verás será este tarro amarillo con una especie de nutella negra dentro y, dada tu curiosidad, te invitarán a probarlo. ¡Suerte! Dicen que, sólo aquellos nacidos en la tierra de los canguros pueden apreciar el verdadero valor del “vegemite”. Esta pasta a base de levadura, es el acompañamiento típico a la hora del desayuno, untado en pan y manteca, y algunas veces con palta u otras frutas. A pesar de lo que digan ( o gusta o lo detestan), es algo que DEBES probar.
Vegemite, que fue creado por un melbourniano, está repleto de vitamina B, que tiene muchos beneficios para la salud, incluida la creencia de que ayuda a mantener a raya a los mosquitos.
Carne de Cocodrilo
Al igual que lo que sucede con los canguros, pero en menor escala, la carne de cocodrilo también ha sido un producto comercializado a raíz de la sobrepoblación de estos animales en el país. Sin embargo, y a diferencia del canguro, la carne de cocodrilo es un producto bastante escaso y difícil de encontrar en el mercado, y su caza ha dejado de ser tan regulada. No se puede comprar en supermercados comunes y su precio es mucho más elevado, otorgándole el estado de carne “de lujo”, lo cual también ha afectado a la sobreexplotación de estos animales para poder vender todos los caros derivados que de él se obtienen.
De todas maneras, es posible encontrarla a un precio más asequible a modo de hamburguesa o brochetas en muchos restaurantes al norte de Australia.
IMPORTANTE: Si vas a comer carne de cocodrilo, asegúrate que no provenga de la caza ilegal.
Meat Pie
Siendo la influencia británica muy importante en el país, y si bien el “meat pie” o pastel de carne no es 100% australiano, los nacionales han sabido adoptarlo y transformarlo en uno de sus clásicos. Consiste en un pequeño pastel circular hecho con masa de hojaldre o quebrada, relleno, tradicionalmente, de carne de vacuna. Similar a nuestras empanadas, los “meat pie” son una de las opciones más típicas y económicas que se pueden encontrar, y hoy en día existe una gran variedad de sabores y alternativas, sobre todo, cuando viajas y el presupuesto escasea.
Barramundi
Olvidate del pescado y las patatas fritas, deleitate con un Barramundi, un nombre que significa 'pescado de río a gran escala' en el idioma aborigen en el área de Rockhampton. A la parrilla, frito o chamuscado primero con la piel, es una alternativa mucho más saludable al pescado rebozado y una verdadera comida australiana. Queensland ofrece algunos de los mejores peces del país.
Lamingtons
Ampliamente reconocido como el 'Pastel Nacional de Australia' después de que el National Trust of Queensland votara este dulce como un ícono australiano, llamado así por Lord Lamington, un ex gobernador de Queensland.
Los lamingon son un clásico tanto de la comida australiana como neozelandesa, aunque cada país posee sus propias variaciones. Consiste, básicamente, en un esponjoso bizcocho cubierto de chocolate y ralladura de coco. A veces también con mermelada en medio. Es un típico acompañamiento en cafés y reposterías australianas. Se puede encontrar en su versión tradicional o con sabores, siendo el de vainilla y limón los más típicos.
Sticky Date Pudding
Un favorito por excelencia, de los mejores azucarados para descubrir en estas tierras, el “sticky date pudding” o bizcocho húmedo de dátiles es un manjar que todo buen amante de la comida debe probar. Si bien la receta tradicional proviene de Inglaterra, Australia ha sabido hacerlo suyo, y hoy es un imperdible en toda buena carta de postres de cualquier bar o restaurant del país. Desde el más simple pub de pueblo, hasta el más refinado restaurant de Melbourne, tiene una versión de este irresistible postre, que teniendo siempre como base el versátil dátil, puede hacer maravillas en cualquier paladar.
Flat White
Es preciso mencionar como un imperdible el clásico “Flat White”, que consiste en un tercio de café, dos tercios de leche, y una suave y delgada capa de crema de espuma de leche (“foam” en inglés) encima.
Nacido en Melbourne, la capital del café por este lado del mundo, el flat white es uno de los brebajes más populares en Australia y un imperdible para cualquier amante del buen café. Normalmente va acompañado de formas de rosas, flores y corazones hechas en leche, y es el rey del “Latte art” en el país.
Anzac Cookie
Si viajamos a finales del siglo XIX, podemos remontarnos a una receta que no solamente posee sabor, sino que también historia. Las galletas de Anzac, que llevan su nombre por la sigla Australian and New Zealand Army Corps, son, desde hace un siglo, uno de los clásicos del continente oceánico. Confeccionadas por las mujeres de los soldados que luchaban en la primera guerra mundial, especialmente para resistir durante bastante tiempo, dado su viaje alrededor del mundo, esta receta a base de avena, harina, aceite de coco, coco y azúcar, eran y siguen siendo, uno de los baluartes de la cultura tanto en Australia como en Nueva Zelanda. Hoy es posible encontrarlas en todos sus formatos y bajo un sinfín de marcas y paquetes, pero siempre con el mismo nombre e inconfundible sabor.
Tim Tam
Quizás el más internacional de los productos australianos, las galletas Tim Tam son el paraíso para todo amante del chocolate y el azúcar. Por primera vez en el mercado en el año 1964 bajo la misma marca que las produce hasta el día de hoy, las Tim Tam consisten en dos galletas de chocolate unidas por un suave mousse de chocolate y cubiertas de más chocolate. Si bien su formato tradicional es a base de chocolate de leche, hoy es posible encontrarlas en un sinfín de sabores; chocolate blanco, amargo, con caramelo, y hasta con mango o lychee, este clásico de la comida australiana es la perdición tanto para niños como para adultos, y uno de los favoritos de los turistas.
Pavlova
Uno de los postres más controversiales, ya que aún no es posible denominar cuál es el origen de esta receta que lucha entre autorías australianas y neozelandesas, sin nunca llegar a acuerdo. La Pavlova, tal como lo dice su nombre, es un postre creado en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova, en uno de sus viajes por las tierras oceánicas, que consiste en una base de merengue cubierta y decorada rimbombantemente, al igual que una bailarina de ballet, por frutas, chocolates y berries. Es posible encontrarla en la mayoría de cafés y reposterías australianas, al igual que en supermercados con versiones preparadas listas para decorar, convirtiéndose en uno de los favoritos absolutos.
La lista de platos “fusión” o reversionados es interminable, como las tradicionales hamburguesas con agregado de la infaltable remolacha en escabeche y con unos dulces trozos de piña, los fish & chips, o el pollo a la parmesana “chicken parmi” la comida favorita de los niños australianos, y uno de esos platos que no faltan en la carta de ningún pub. Su propia versión un clásico que aman, la Barbacoa (nuestra parrillada), “Barbie” como la llaman, infaltable en cualquier celebración. El cordero asado, considerado por la mayoría de los residentes como el "plato nacional de Australia", seguidos por los langostinos a la barbacoa, y el bistec con verduras.
En la lista de alimentos de los nativos, que se les suele llamar bush tucker o bushfood, entrarían la carne de canguro, emu, cocodrilo, algunos pescados y mariscos, e incluso larvas, frutas prácticamente desconocidas, algunas especias y frutos como la macadamia, y el mirto limón. Quizá, hoy en día, los platos tradicionales aborígenes más conocidos serían el witchetty grab y el damper. El primero es una larva blanca que sabe a nuez, que se alimenta de madera, vive en el desierto, y que se come viva y cruda. El segundo es un pan sin levadura que se suele cocinar directamente sobre las brasas.
Consejos para comer en Australia
¿Sos vegetariano o vegano? Aunque casi ninguna de las comidas típicas de Australia es apta, vas a estar de suerte: Raro es el sitio, por pequeño o remoto que sea, que no tiene opciones de este estilo. Además, son variadas y suelen ser ricas.
La comida en Australia es cara. Pero no todo es malo: Hay muchas cosas que puedes comprar en el supermercado y cocinarlas por tu cuenta. Si preferís ir a restaurantes, o darte un gusto de vez en cuando, la buena noticia es que las porciones son muy generosas.
Hay mucha comida orgánica, y cada vez más. Seguro que encontrás muchas opciones en cualquier supermercado, pero si queres algo en concreto, mejor busca en las tiendas de delicatessen.
En restaurantes, bares o cafeterías, la propina no es obligatoria. De hecho, casi todo el mundo paga siempre con tarjeta, incluso las cantidades pequeñas.
Si coincide que salis a comer en algún día de fiesta (bank holiday), ya sea nacional, regional o local, es más que probable que te cobren un plus. Esto es porque los trabajadores de restaurantes o símil, en fechas especiales, ganan más. En algunos sitios están cobrando extra los domingos también. Siempre deberías ver un cartelito que avise del incremento y el motivo.
Si tenes muchas, muchas ganas de probar la comida típica de Australia en algún lugar en concreto, ¡reserva con tiempo! A los “aussies” (autralianos) les encanta salir a comer y cenar fuera, sobre todo los fines de semana.
Australia es un país que ha tenido siempre problemas con el alcohol. Por eso, está muy controlada tanto la venta como el consumo. Que no te extrañe que te pidan documentos a la hora de entrar a un pub, y que sepas que ¡las bebidas alcohólicas no se venden en las tiendas ni supermercados! Hay que ir a las llamadas bottle shop o liquor store.
Seguro que ves las letras “BYO” en un montón de restaurantes durante tu viaje por Australia. Esto comenzó en los años 70 y significa, literalmente, bring your own, o sea, que uno podía llevar su propio vino para acompañar la comida. Hoy esto se mantiene, pero quiere decir, básicamente, que es un restaurante sin licencia para vender alcohol. Aunque puedes llevar tu botella, hay que pagar un extra, a modo de “descorche”.
La gastronomía australiana es el reflejo de un pasado histórico multicultural en el que estuvieron presentes no solo las tribus aborígenes, sino también los colonizadores europeos y los inmigrantes que se refugiaron en Australia tras la Primera Guerra Mundial. Estas influencias hacen de la comida australiana una propuesta interesante de gastronomías del mundo, que vale la pena experimentar.
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