La temporada ha comenzado, y te podés dar una vuelta mágica por el bosque de Cariló y encontrar entre las dunas, 5 propuestas de cocina de autor que te van a hacer ir y volver varias veces, y una yapa.
Bienvenida en plato profundo
Como un colibrí que elige en su vuelo sutil posar su tiempo en la corola precisa, este mutilfacético nuevo ámbito gastronómico que se estrenó en esta temporda, hace honor a la recepción en que se inspira su sello.
“Ave” es la palabra latina que utilizaban los romanos como salutación y bienvenida. Significa “estar bien” y se impartía como deseo de bienestar para quien lo recibía.
El restaurante ofrece una cocina India comandada por el chef Leo Clavijo, quien hizo sus experiencias en el célebre reducto Bengal. En Ave se esmera con versiones personales que remiten con aires vanguardistas a ideas como el arroz basmati con maridaje de especias y hierbas típicas asiáticas. Imperdible su amouse bouche de pepino y melón (¡repetí!).
El clásico de canelones de zucchini a la trufa negra con queso brie o el Dal, un curry de lentejas y vegetales, con un toque de picantor, hacen de la propuesta una idea interesante para sumergirse en un espacio donde aquella idea de cocina de autor, gana identidad.

Darle una oportunidad a la hamburguesa
Un mundo posmoderno de pizarra graffiteada, hierro y cierta bohemia callejera en una playa cool que remite a las villas pequeñas del sur europeo se esmera en presentar una experiencia cárnica de primera. Cuando uno cree que ya nada puede inventarse en torno al sabor de la hamburguesa, llega Bacana. De dónde llega el éxito? Sin dudas de la definición del concepto: primero el producto, porque también puede ser de autor.
Ofrecen un medallón de carne de casi dos centímetros de alto, tostada lo suficiente para darle ese toque de fuegos, y un centro amoroso, con la delicadeza de carne principesca. Su pan es suave y esponjoso, completan combos con queso fresco, tomate asado, panceta crocante (la de autor); provolone, lechuga y salsa criolla (la criolla); queso azul, espinaca a la plancha y cebolla caramelizada (la que lleva el nombre del queso); entre muchas otras.
Mi preferida es la premium de molleja, con pan de papa y burgers de 160grs de carne 100% vacuna, gremolata y queso camembert con guarnición de papas bastones o rústicas.
Pero podés apostar por la de ojo de bife picado a cuchillo tomate asado, queso gruyere a la plancha.

Como de película
Que te sorprenda el fresco en un sitio que parece extraído de la campiña suiza. Un menú distinto cada domingo para brunchear. Rodeado de bosque, en pleno corazón de Cariló, el emblemático restó del Golf, ofrece más de una docena de platos que comienzan con un aperitivo Campari de bienvenida, un maridaje de las bodegas Catena Zapata o una bebida sin alcohol.
La propuesta consiste en un banquete delicado con sabores locales y frescos que varían todos los domingos. Se puede encontrar, ensalada de camarones marinados en cilantro; beagles de salmón ahumado, crema ácida, rúcula y pepinillo; endibias con crema de apio al curry y pollo; un postre más dos bebidas: una caliente y un espumante para el postre.
El brunch de Carpe Diem nace como una idea distinta y única en Cariló para disfrutar de la hermosa terraza en el medio del bosque. No se ve nada así en la costa. La cocina en verano es al aire libre, y se convierte en un ambiente mágico, descontracturado y lleno de buenos sabores. Comes un poco de todo, bien rico y lo podés hacer tanto a las once de la mañana, como a las tres de la tarde.
Al la americana
Con cierto aire a barbacoa, en Griller las cosas se cuecen a fuego lento. Hay mucho amor por la caricia larga a las carnes. Todo abunda. Lo mucho se comparte. Aunque con fuerte reminiscencia de origen, las vueltas de tuerca proponen una carta personal. Su grill a leña potencia los sabores de las cocciones generando un distintivo sabor. Cocina americana basada en la calidad de los ingredientes, producto local e ingenio en las presentaciones.
Para las entradas las Potato Skins, crujientes cascaritas de papa rellenas con queso fundido y panceta, espolvoreadas con cebolla de verdeo dejan un toque gourmet. En principales hay aves, pastas, pescados, platos veganos, ensaladas, hamburguesas y, carnes en piezas, por supuesto. Te sugiero intentar con el Barbacue Pork Ribs. un costillar de cerdo (500grs) asado a fuego lento, aderezado con salsa BBQ, acompañado con papas fritas y cole slaw. Te va a parecer tradicional, hasta que lo pruebes.
Para el postre queda reservada la Griller Cheesecake, una marca registrada de dulce de leche, con crema, escamas de chocolate blanco y salsa del propio dulce. Un cierto aire familiar, pero con mejores vientos.

Vale la pena estirar el viaje
Aunque se encuentra en Pinamar Norte, mantiene un aire cariloense interesante, con uno de los chefs estrella de la zona, Pedro Demuru. Allí se la juega en Rada Beach, el primer balneario con restaurante de autor a toda hora.
Lugar sensacional, ideal para disfrutar del mar, con muy buena música, la mayoría son platos para compartir.
Hay una cadena de clásicos que los clientes piden de rodillas. La carta es lo suficientemente variada para cubrir cualquier expectativa. La panera es digna de mención con variedad de integrales y no, y hasta una carrot cake. La provoleta Demuru con hongos, rucula y panceta, sublime.
El pastel de carne es una gloria. Seguro te queda algo para llevarte a casa.
El ojo de bife aguarda mirándote ansioso.
Pero, señoras y señores, hay que ponerse de pie ante la bondiola braseada de medio metro de largo.
Si llegás a los postres, todo dignifica lo anterior.
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